Los supuestos en los que los despachos y las empresas pueden requerir estos servicios son muy variados.
Inicialmente, esta solución estaba prevista para abordar proyectos complejos, tales como el asesoramiento en una concreta licitación de un contrato público o la expansión a nuevos mercados.
También se utilizaba para el seguimiento detallado de una relación contractual, o en arbitrajes o pleitos problemáticos donde se requiere la participación de abogados expertos en varias materias.
No obstante, esta forma de contratación también es una solución para periodos de sobrecarga de trabajo o la cobertura de necesidades especiales no atendidas por el despacho o la asesoría jurídica interna.
Otras situaciones que requieren este servicio son, por ejemplo, las siguientes:
- Crisis empresariales.
- Aumento de la necesidad de servicios jurídicos debido a fusiones y adquisiciones.
- Reorganización de departamentos.
- Bajas inesperadas de empleados clave.
- O situaciones de excedencia.
En todos los casos, los denominadores comunes son la necesidad de un abogado experimentado, capacitado para una adaptación rápida. En definitiva, se busca abordar un concreto proyecto durante un tiempo determinado y con las debidas garantías.
Carlos López Abogado es especialista en diferentes áreas de práctica. Conozca en qué situaciones puede asesorarle.